serna soterramiento

Una de las pocas cosas que aprendí en las clases de Judo a las que mis padres me apuntaron contra mi voluntad siendo niño fue a respetar siempre al contrario. Antes y después de cada combate, como es sabido, el saludo es obligado, y lo realiza con el mismo respeto y consideración tanto el vencedor como el perdedor. Está a la vista que mi físico no me hizo llegar a cinturón negro, pero nunca me sentí humillado al perder, ni lo hice sentir a mi rival las veces que mi “o soto gari” daba resultado y tumbaba al adversario contra la lona.

De la política también aprendí que se debe actuar de una forma parecida, con “lealtad institucional” como suele denominarse, poniendo en práctica una especie de código de honor, unas normas no escritas, que impidan al contrario (esta vez de bancada) sentirse humillado o herido, de la misma forma que uno no debe nunca sentirse así. En definitiva, asumir que se representa a personas, frente a otros que representan así mismo, y a la misma ciudadanía, con independencia del voto emitido.

A lo largo de la semana pasada se sucedieron las noticias en torno a la llegada del AVE a Murcia, y las negociaciones de los diferentes grupos políticos en el Ayuntamiento de Murcia, incluida reunión de la sociedad Murcia Alta Velocidad, y el Pleno de la corporación capitalina.

Nunca serán muchas, ni suficientes, las veces que se recuerde la desidia con la que Murcia ha sido tratada en materia ferroviaria por gobernantes de uno y otro signo político, en una y otra administración. Somos una Región sin vía electrificada y desdoblada, hemos ido viendo cómo acababan cerrándose trayectos de cercanías, y cuando el país se embarcaba en la Alta Velocidad, Murcia únicamente obtenía la conexión con la capital a costa de un doloso perjuicio frente a Alicante, pues incomprensiblemente se descartaba la conexión natural con Madrid vía directa hacía Albacete, a cambio de un extravagante paso por Elche y Alicante. Esta situación no es baladí, pues supedita nuestro desarrollo turístico por Alta Velocidad al desarrollo alicantino, siendo Murcia un destino más lejano y más caro desde Madrid a raíz de esa estúpida decisión. Por otro lado la Región lleva años revindicando la terminación de la variante de Camarillas para acortar el trayecto, opción más necesaria que la actual.

Dicho todo esto, y señalando a los partidos responsables de este agravio histórico, PP y PSOE, es necesario centrarse en la situación actual, compleja políticamente debido a la ausencia de mayorías absolutas, pero por la misma razón abierta a soluciones de consenso.

Es obligado desde la oposición denunciar la poca o nula credibilidad que tiene Fomento, o ADIF como administrador, en sus compromisos y anuncios. ¿Recuerdan el convenio de 2006 transformado en papel mojado? ¿Y la famosa estación provisional de Los Dolores que serviría para dar el servicio mientras que se ejecutaba el soterramiento? ¿Y cuando hicieron creer al consejero Bernabé de la inmediatez de las obras, haciendo que éste patinara con aquel “nos tomaremos las uvas en Madrid en AVE”? Yo, que he estado reunido con representantes de ADIF, con el consejero de turno, y con diferentes responsables fui durante 4 años testigo de la improvisación constante por parte de “Madrid”, y de la pasividad de Cámara en torno a este asunto, en el que nunca actuó con un mínimo de energía. Ni Fomento supo nunca qué hacer, ni en Murcia se supo qué se ofrecía. Un desastre.

Con estos precedentes normal es que nadie, salvo los hooligans y miembros de carné, demuestren tener una ciega fe en lo que Fomento anuncie ahora, pues es probado que los cambios de secretarios de Estado, de coyunturas, o del simple clima o predicciones del horóscopo, han hecho cambiar las previsiones en torno a esta región olvidada del sureste peninsular, que tampoco es un grano en el culo, pues lo máximo que han hecho nuestros gobernantes ha sido pasearse en una manifestación desde las vías hasta la Delegacíón del Gobierno.

Esta situación, que requiere de enorme firmeza combinada con habilidad, obliga a la constante negociación, a los compromisos, a las “pruebas” de voluntad, a las fianzas, prendas, o cómo se quieran llamar, pero no a la ruptura por muy legítimas que sean las razones que empujen a quererla. En el fondo, la obra del soterramiento y la llegada de la Alta Velocidad a Murcia requiere de la acción combinada y sincronizada de tres administraciones, de diferentes actores, y, desde mayo, de muchos partidos políticos.

La baraja rota en el Pleno del mes de julio acabará haciéndole el juego al PP, regalándoles con lazo el mejor argumento posible, la mejor arma política que el PP pudiera usar en este embate: “el mito del buen murciano”. Diría que parecen nuevos… ¿Qué estratega político regala al adversario tal argumento? Es un error de principiante generar dos bandos, levantarse de la mesa sin tener una posición dominante. La campaña mediática iniciada por el PP junto con poderes económicos y empresariales de la Región reivindicando ya la llegada del AVE por encima de cualquier otra consideración, y dejando para un futuro incierto soterramientos, sólo perjudica a quienes reclaman legítimamente lo que está firmado y asumido desde 2006. En estos últimos días las acusaciones de retrasar el progreso, embarrar el futuro, y demás consideraciones hacia los responsables de pinchar la muñeca son muchas. Y más que vendrán a raíz de su bisoñez.

Una solución inteligente hubiera sido forzar a Fomento a volver al proyecto fantasma de Los Dolores, o a dotar a Beniel de estación término habilitando lanzaderas desde Murcia (ocho minutos es el tiempo entre Murcia y Beniel en ferrocarril de cercanías), a dejar el asunto sobre la mesa para insistir desde la fuerza que otorga la mayoría aritmética en el consistorio y la asamblea. Pero no, se ha optado por instar a la paralización de una obra cuando ya el fiscal lo había hecho, de modo que se convierte al responsable del desaguisado en una víctima. Una enorme torpeza. Tampoco es admisible la demagogia con la que se “exige” AVE y soterramiento ya, como si fuera posible al mismo tiempo, algo que, evidentemente no lo es por los plazos diferentes que requieren ambas infraestructuras. Usar ese lema es populista e irresponsable.

Como vecino de un barrio afectado directamente seguiré reivindicando el cumplimiento íntegro y escrupuloso del convenio firmado en 2006 que garantizaba la llegada de la Alta Velocidad soterrada a Murcia, con presupuestos fijados, y apoyaré el indispensable trabajo de lobbie que ejercen algunos de mis buenos amigos en la Plataforma Pro Soterramiento. Pero no podré estar de acuerdo con ciertas acciones y manifestaciones con tufillo a revancha que tratan de convertir mociones ganadas en hitos históricos tras dos décadas de mayoría absoluta, ni confundir la defensa del soterramiento con lucha de clases ni de ideologías políticas. No saludar al rival tras el combate lo hiere, lo humilla,

Para colmo conocemos esta semana que la Comunidad Autónoma donde más cae la inversión con respecto al ejercicio anterior es la Región de Murcia, y entre las cinco donde más aumenta están el País Vasco, Navarra y Cataluña, ¿Les suena? Pues eso, que si alguien de por sí pinta ya poco, sólo faltaba que su discurso no sólo no sea unánime, sino que se trate de ajusticiar partidistamente a cada momento, para terminar por pintar aún menos. Si alguien cree que la semana pasada se avanzó en la consecución de los objetivos de integrar el ferrocarril de Alta Velocidad de manera soterrada está muy equivocado. Se ha calentado el ambiente, disponiéndolo adecuadamente para las generales de noviembre, pero creando un problema añadido al asunto que nos ocupaba. Diálogo, pero también firmeza, y cesión cuando corresponda, es lo que ahora se necesita por parte de todos, y lo que reivindico, lo demás es la antipolítica.

Pepe agosto 4, 2015

Excelente e inteligente postura. Una salvedad: lo de la estación en Los Dolores no salió de Adif ni de Fomento, mas bien de Murcia . Y otra cuestión: ya que se reclama el cumplimiento del Convenio de 2006, quién pone el 40% de los ingresos previstos por las plusvalías de los terrenos liberados por Adif: el Ministerio, las tres administraciones (es decir todos los contribuyentes) o una parte ladeberían poner los ciudadanos de Santiago el Mayor ante la revalorización de sus pisos al desaparecer las vía ?
Creo, co tú dices, que ahora se dan las circunstancias para que mejore el ferrocarril de Murcia y la integración urbana con el soterramiento. Acuérdate que hace tres años el Ministerio no iba a gastar un duro en soterramientos y al día de hoy esta adjudicada la primera fase, con 500 metros soterrados, y redactándose el proyecto constructivo, gracias en parte al lobby de la Plataforma Prosoterramiento, que, como dices, ha caído en batallaras políticas del pasado. Y de lo partidos políticos, ya sabes, les importa tres cojones el soterramiento y Santiago el Mayor para sus votos: es una estratagema del PSOE para que el PP no se haga la foto, incluidos los partidos de la regeneración. Y viceversa. Saludos

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