Blog / La muerte de Montesquieu y las cuotas del CGPJ
En su obra “Del espíritu de las leyes“, Montesquieu desarrolla su teoría en torno a la separación de poderes, necesaria existencia de contrapesos (checks and balances) que garanticen una adecuada distribución de funciones del Estado sin la injerencia de unos sobre otros.
Resulta que la Constitución española, además de establecer unos poderes separados, pone de manifiesto en su artículo 117 la necesidad de una Justicia ‘independiente’, como parece razonable y justo. Sin embargo esto parece chocar con el hecho de que el nombramiento de los miembros del Consejo General del Poder Judicial sea mediante elección de las Cortes Generales (Senado y Congreso), es decir, por las mayorías existentes elegidas de las urnas, o lo que es igual: el Legislativo, uno de los poderes que debería mantenerse independiente de los demás. El mecanismo es sencillo: los partidos mayoritarios se reparten por cuotas proporcionales mediante acuerdos el nombramiento de los miembros.
En 2013, a la hora de renovar cargos, IU se opuso al reparto planteado por PP y PSOE, al que calificó de “oscuro y partidista”, y de ser “un bipartidismo con muletas”. Cuando todo parecía que Izquierda Unida denunciaba la vulneración de la separación de poderes, en realidad horas después demostró que sólo quería formar parte del reparto, pues entró a formar parte del reparto nombrando a su cuota: María Concepción Sáez Rodríguez.
En estos días es noticia que acusados por el proceso de la Gürtel serán juzgados por ex magistrados elegidos como miembros del CGPJ por el PP, o lo que es lo mismo: que alguien que acreditará o no la culpabilidad de miembros del PP debe su cargo al mismo partido al que juzgará, ¿Separación de poderes? Yo creo que no.
Esto que parece tan antidemocrático en el sentido de atentar contra principios básicos de ese equilibrio al que hacía mención Montesquieu, y la petición de despolitización de la Justicia, ha sido reclamado en sede parlamentaria por Rosa Díez, con el resultado del voto en contra de todos los grupos y la abstención de CIU, que por cierto, también tiene su cuota, aunque tuviera que dimitir por ser pillada en la frontera con Andorra con 20.000€.
Cosas que pasan… Ahora todo el mundo se indigna, pero cuando algunos lo denunciábamos nadie nos hizo ni caso.